Llevo tiempo queriendo hablaros de esto pero hasta ahora no he tenido mucho tiempo como para sentarme y escribir. En navidad, entre los regalos que recibí, un amigo me regaló unas agujas de madera hechas por él mismo, completamente artesanales y fantásticas.
Son agujas de varios grosores para poder tejer todo tipo de cosas con ellas, además la lana se desliza sobre ellas muy bien, vamos, que son perfectas!
Desde que las probé estoy completamente enamorada de ellas y creo que ya no he vuelto a tejer nada con mis antiguas agujas. No se si es porque son nuevas, porque son un regalo que no esperaba, porque son de madera…. pero la verdad es que son especiales.
Ya tenía otras de madera antes de estas, pero la realidad es que no son iguales, las que yo tengo no son de muy alta calidad, y a pesar de que cuando las probé supe que ya no quería tejer con nada que no fuera madera, al probar estas he subido de nivel.
Mi amigo, el Señor Baqueta, no es un profesional en este tema de las agujas. Él en realidad es percusionista y se dedica profesionalmente a ello, pero en esto de las agujas, al igual que yo, se está iniciando.
El Señor Baqueta tiene una empresa de fabricación de baquetas artesanales, PBP Mallets, y fue a raíz de su trabajo y de comentar entre ambos el tema de la madera y demás, como se le ocurrió esta genial idea.
Un día vino a casa y vio una de las agujas de madera que yo ya tenía, y tras torturarle durante toda la cena contándole como me gusta tejer con madera, por el ruido, la suavidad al correr la lana… se le ocurrió probar a hacer este original regalo.
Recomiendo a todo el mundo que las pruebe, y si son del Señor Baqueta mejor, ya que son personalizadas, artesanales, únicas… como todo lo que el hace.
Tejer con agujas de madera es una sensación genial. Todo aquel que lo prueba se engancha. El sonido que produce es diferente, la lana corre con mayor suavidad, se desliza mucho mejor. No pesan nada, y solo con verlas nos invitan a comenzar a tejer. Eso es lo mejor, la sensación de sentarte en el sofá, prepararte un té, y comenzar a tejer para liberar las tensiones del día, relajarte y simplemente, disfrutar del momento.