Como ya os hemos venido contando, hemos hecho algunas «reformas» en casa. Algunas de ellas han sido las que queríamos y otras, como la que os enseñamos hoy, ha sido mas bien un cambio por daño colateral.
Os traemos la pizarra de nuestra cocina. A pesar de que suene un poco a drama, ya que en la cocina no queríamos hacer nada por ahora, sí que llevábamos tiempo pensado en añadir una pizarra a modo de decoración. Nuestra cocina es bastante sosa y pensamos que esto le podía dar un toque.
Con la reforma este cambio llegó a marchas forzadas ya que la pared sufrió bastante y algunos azulejos se perdieron, así como medio tabique en uno de los lados fue necesario hacerlo de nuevo.
Así quedó nuestra pared al finalizar la reforma:
Todo eso no habría sido un gran problema si nuestra cocina fuera moderna y actual, pero por supuesto, no lo es. En nuestro caso la cocina tiene ya bastantes años y nos era muy difícil poder encontrar azulejos como los que tenemos y no queríamos tener un muestrario de azulejos en nuestra cocina.
Por ello, le pedimos a los albañiles que nos dejaran el tabique lo más liso posible, y que nosotros nos «inventaríamos» algo para poder disimularlo. Y no podemos estar más contentos con nuestra pizarra.
Al ser negro (un negro tan intenso como este) lo disimula todo y es genial.
Os contamos como lo hemos hecho!
La pintura que hemos elegido ha sido la pintura pizarra en color negro de Montó Brocolovers. Es una pintura genial, que a penas huele y de secado rápido, por lo que enseguida nos convenció.
Tal y como os decía es un negro muy intenso (la podéis encontrar también en otros verde y azul). El bote de es medio litro y os da más o menos para unos 5 metros cuadrados.
Es multisuperfice, cosa que nos encanta, y por ello la aplicamos tanto en la pared lisa, como en los pocos azulejos que nos quedaron vivos -y sin necesidad de imprimación-.
Para aplicarla decidimos utilizar un rodillo, de este modo podemos aplicar finas capas sin tener miedo a las posibles gotas.
Es importante con esta pintura aplicar al menos dos capas, para que cubra perfectamente y toda la pared quede preparada. Si la probáis veréis como con tan solo una capa el cambio es radical, pero de verdad, aplicar dos porque entonces ya alucinaréis con como queda.
Una vez hemos aplicado las dos capas de pintura, y antes de poder dibujar sobre ella, es importante que dejemos secar bien la pared al menos un par de días. De este modo la pintura habrá secado correctamente y podremos pintar sobre ella tantas veces como queramos.
Nosotros hemos decidido hacer un dibujo muy sencillo y para ello nos hemos ayudado, por supuesto, de nuestro mini proyector y de los rotuladores de pizarra de Pentel.
Sí, siempre tenemos el proyector cerca, ya sea para ver una peli, o para decorar cualquier objeto XD
De estos rotus ya os estuve hablando hace unos días en stories. A nosotros nos gustan mucho, ya que gracias a su punta biselada permiten dibujar trazos tanto finos como gruesos.
Y llegó el momento de comenzar a dibujar. Tal y como os contaba, nos ayudamos de nuestro proyector.
Queríamos un dibujo sencillo, sin texto, por lo que al final nos decidimos por unas bombillas decorativas. Al ser una cocina, podríamos haber creado un espacio para lista de la compra, dibujar alguna de nuestras recetas favoritas…
pero.. al lío! vamos a dibujar!
Como veis con la ayuda del proyector es muy fácil (ya sabéis que yo dibujo peor que mal) pero gracias a la proyección, además de que el dibujo queda bien, también conseguimos que quede tal cual el boceto.
Una vez ya hemos dibujado todo, tan solo nos queda retocar -ya sin la ayuda del proyector- por si queremos que algún trazo sea más grueso y listo!
Por cierto, si os equivocáis, simplemente con un trapo húmedo pasamos y borramos sin problema para rectificar y poder seguir dibujando.
Y aquí está:
Nuestra pizarra lista para decorar y para poder escribir en ella todo aquello que necesitemos!
Qué os ha parecido? Os dejo también el vídeo por si nos queréis ver en acción.
Besacos a puñaos!