Hoy os quiero hablar de algo muy curioso que me pasó hace algunos días.
Era sábado por la tarde, y como mi chico trabajaba me fui a casa de mis padres a pasar la tarde con ellos. Allí estaban, mis padres, mi hermano con su familia, y mi abuela (sí, la señora que me iba a enseñar a tejer pero que tejía y no me enseñaba)
Allí que llegué yo, pensando que iba a estar medio sola, toda cargada con mis labores ya que tenía algunas cosillas que terminar. Cuando llegué en mi casa se vivió una situación surrealista. Estábamos todas las mujeres de la familia sentadas en la mesa, tal cual, con brasero y todo, y como yo siempre voy cargada y no se llevarme solo una labor, a repartir labores que me puse. Sin pensarlo en un momento organizamos una quedada tejeril familiar.
La tarde fue bien, se nos pasó volando y cada una esta entretenida con sus cosas. A la más pequeña, mi sobrina, la puse a tejer con los dedos,ya había estado haciéndolo antes y la entretiene y le gusta. También ha probado la tricotadora, pero más que nada hace nudos. Para ella, ovillo rosa, sus manos, y a tejer!
Por si no sabéis como tejer con las manos os dejo un vídeo en el que explica como hacerlo. Además, ya que aprendéis os indica también como hacer una bufanda tubular o cuello de esta forma.
A mi esta técnica me encanta, además es genial para hacer con niños, ya que es muy fácil y entretenida y se ven los resultados de nuestra labor muy pronto.
Por otro lado, a mi madre, que es la que menos idea tiene, le dejé la tricotadora circular. La tengo no mucho tiempo y ella no la había podido ver con detenimiento, así que allí que se puso ella a trastear, no es que consiguiera tejer nada, pero al menos lo intentó.
Para los que no hayáis usado nunca la tricotadora os la recomiendo. Es muy cómoda fácil de usar y con ella se pueden tejer muchas cosas, como gorros, mitones, cuellos, bolsos…. tienen infinidad de aplicaciones y también nos permiten utilizar diferentes tipos de puntos. En otro post os hablaré de todos los usos que le podemos dar a este «aparatito».
Para terminar, mi cuñada probó con el trapillo. Ella siempre había tejido con lana y por lo que dice la nueva experiencia le encantó. Además también se inició con agujas de madera y muy gordas, por lo que para ella, según dice, fue como comenzar de nuevo a tejer ya que era una experiencia totalmente nueva. Al principio decía que no iba a tejer nada y se hizo casi un cuello entero en un rato, esto crea adicción!!!!
Y por último, me queda por contaros que fue lo que tejimos mi señora abuela y yo. Fue un auténtico pique ya que cada una tenemos nuestra propia técnica. La verdad es que la forma que tenemos de tejer las dos no es ni parecida, cada una utilizamos nuestra propia técnica y ello fue lo que creó el pique.
Por supuesto cada uno defendemos que nuestra manera de hacer las cosas es la mejor y eso fue lo que nos pasó a nosotras. Nos pusimos a tejer lo mismo, un cuello, al mismo tiempo, y cada minuto nos interrumpíamos para ver como lo estaba haciendo la otra o como iba. Al final terminamos cada una con una labor diferente a la otra y medio enfadas (pero eso nos suele pasar 😉 )
Lo importante aquí no fue si conseguimos terminar la labor o no, sino que estuvimos toda la tarde juntas, haciendo cosas juntas, reunidas y pasándolo bien. También hay que hacer cosas con la familia, y si son cosas que nos gustan. Mucho mejor!!!
Besacos a puñaos!!!